13 años de prisión por tentativa de homicidio agravado

Días pasados se conoció la parte resolutiva de la sentencia de impugnación por el intento de homicidio, acontecido en 2017 en el barrio Los Tres Pinos, que tiene como condenado a D. E. M. Los jueces integrantes de la Cámara en lo Penal local, Martín Montenovo, Guillermo Müller y Daniel Pintos, resolvieron reducir cuatro meses la pena que le fuera impuesta, confirmando la pena en 13 años de prisión para D. E. M.

La defensa, en cabeza de Guillermo Iglesias, solicitó a los jueces de Cámara se modifique la calificación legal por una menor. En tanto que la fiscal, María Laura Blanco, pidió se mantenga la sentencia en todos sus términos.

Los jueces analizaron testimonios, pruebas de carácter técnico, comunicaciones telefónicas y llegaron a la conclusión que el disparo fue realizado de manera intencional. Era muy difícil cuestionar el carácter intencional del disparo.

Respecto del tema de la escala penal, la tentativa es intentar algo que no ocurrió, ese algo es un delito. “Al tratarse de un homicidio agravado”, por el vínculo, considerar otra agravante genérica, como el uso de arma de fuego, “para empeorar la escala, no corresponde”, sostuvieron. Quedando en la escala penal correspondiente entre 10 y 15 años de prisión. Además consideraron que la conducta de D. E. M.“es grave”, es más grave la tentativa de homicidio con el uso de arma de fuego por el peligro causado a terceros en esa casa. Esto, más la motivación y las características graves del hecho, los jueces redujeron la sanción, pero solo en 4 meses. La pena de 13 años y 4 meses pasó a ser de 13 años de prisión para D. E. M.

«Ahora yo tengo el mando»

El 10 de agosto de 2017, entre las 01.30 y las 04.25 hs., la víctima D. A. G. L. se encontraba en su domicilio en barrio Los Tres Pinos, junto a su pareja, D. E. M. El imputado comenzó a increpar a su pareja, exigiéndole que le diga el nombre de la persona que días antes le había enviado un mensaje de texto. Al no tener respuesta D.E.M. se dirigió a una habitación y regresó con un arma de fuego, y mostrándosela a su pareja le dijo: “ésta es la que va a decidir si vos vivís o no, ahora yo tengo el mando”, tras lo cual apuntó con el arma a la cara y la cabeza de la víctima, exigiendo que le diga quién le había mandado el mensaje. Ante la negativa de la víctima, D.E.M., con claras intenciones de darle muerte, la empujó contra la pared, le apoyó el arma en el abdomen, y efectuó al menos un disparo, provocando tres lesiones que no pusieron en peligro la vida.