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Sociedad

CESIA sigue sin espacio propio e insisten con trasladarlo

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Pese a la importancia del dispositivo que aborda de manera integral la salud de los adolescentes y que hace años esperan un espacio definitivo donde desarrollar las labores, por octava oportunidad pretenden trasladarlos de sitio.

«Una vez más nos piden que nos mudemos, hacia un espacio reducido, menos accesible, con menos consultorios, con menos turnos disponibles. A pesar de todos los esfuerzos que hacemos para sostener este espacio para lxs adolescentes, no conseguimos que se les de prioridad. Nos da mucha tristeza» expresaron desde el Centro de Salud Integral para Adolescentes (CESIA) ante la noticia del traslado. Inicialmente iban a ser reubicados en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) Stella Maris y ahora les señalaron que sería en el CAPS de José Fuchs donde estaba funcionando el Hospital de Dia Oncologico por la pandemia, que hizo que no se brindará la atención correspondiente de salud a la población del sector que durante dos años careció de este espacio.

Maria Sanguineti, licenciada en Nutrición, hace 16 años forma parte del servicio y en siete oportunidades vivió las mudanzas. El primer espacio fue La Casita en el Hospital Regional que al ser demolido hizo que tuvieran que ubicarse en Yrigoyen 975 en 2007, en 2009 fueron desalojados por falta de pago y trasladados a Saavedra 915 tercer piso, en 2011 mudados a Rivadavia 1637 compartiendo espacio con el Centro de Adicciones. En 2012 trasladados a San Martín 854, pero en 2015 por falta de pago y corte de electricidad tuvieron que ubicarse en San Martín y Saavedra, careciendo de agua y gas; en 2019 por problemas en la mampostería estuvieron atendiendo cinco meses en el CAPS Pietrobelli y ahora nuevamente vuelven a intentar reubicarlos sin brindarles un lugar definitivo.

«En cada mudanza perdí pacientes que por diferentes motivos no podían llegar al nuevo espacio y perdí compañeros de trabajo que no estaban dispuestos a lidiar con la desidia y el maltrato institucional. Viví la falta de espacio, de agua, de calefacción, de personal de limpieza, pinte paredes, hice parte de las mudanzas en mi auto, trabaje por la tarde para poder dar respuesta, cantidad de horas extras que nunca nadie me pagó y algunos años de trabajo por contrato que nunca me fueron reconocidos, entre otras cosas» expresó Sanguineti y continuó «estoy cansada de la hipocresía de las autoridades, que se jactan de tener en el sistema de salud a un equipo que aborda la salud desde una perspectiva integral, que facilita el acceso a la salud de los adolescentes, que trabaja en red con todas las instituciones públicas y privadas, que está siempre dispuesto a atender problemáticas complejas, graves, a las que nadie en esta ciudad da respuestas, pero en los hechos sólo muestran que la atención de los adolescentes no les importa».

Así los trabajadores siguen rechazando la mudanza pese a que están siendo amenazados con sanciones y siguen reclamando lo mismo que hace muchos años piden: un espacio propio, definitivo y en condiciones donde ejercer sus funciones.

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