Realizaron un abrazo simbólico para evitar el traslado del centro de salud para adolescentes

Este viernes profesionales, padres y usuarios del Centro de Salud Integral para Adolescentes realizaron un abrazo simbólico en el edificio. Allí dieron a conocer su problemática, vuelven a pedirles que se muden del edificio y esta sería la novena mudanza de la institución. «Nos dijeron que esta semana nos teníamos que ir, fue de una semana a la otra, que nos teníamos que ir y dejar el edificio» explicó la Dra. Silvia Pino, Coordinadora.

El CESIA, anteriormente conocido como «Casita Verde» trabaja a partir de un abordaje integral e interdisciplinario del adolescente, abarcando sus diferentes problemáticas y con un fuerte enfoque en la prevención y promoción de la salud y de sus derechos. Se caracteriza por la accesibilidad, por garantizar el derecho a la confidencialidad de los adolescentes y el derecho a ser atendidos sin que tengan que concurrir acompañados por un adulto.

Se trabaja sobre las potencialidades, no solo desde lo asistencial sino también a través de actividades de promoción y prevención de la salud. «Atendemos a adolescentes de 10 a 20 años en todo lo que tiene que ver con la salud integral de un adolescente: controles, vacunación, controles de chicos que hacen actividades deportivas, anticoncepción, control de embarazo y chicos con enfermedades crónicas que se hace seguimiento también acá en conjunto con sus especialistas» detalló la profesional.

«Estamos defendiendo nuestro edificio para que no nos muden, nos dejen quedarnos acá por lo menos hasta que se pueda encontrar un lugar mejor, tanto para nosotros como para los otros servicios que están necesitando un lugar» indicó Pino.

Desde Provincia les comunicaron que debían desalojar el edificio para que Obras Públicas comience a trabajar y de este modo destinar el espacio al sector administrativo del Área Programática Sur. En su lugar el CESIA sería trasladado al Centro de Salud del barrio Stella Maris, sin embargo esta nueva mudanza acarrea múltiples inconvenientes. En primer lugar, ya existe un equipo de ocho personas trabajando allí. Además necesitan que el espacio sea accesible porque el CESIA atiende a los chicos de toda la ciudad, tanto zona norte como sur. Tampoco es fácil llegar al barrio Stella Maris por la poca frecuencia de colectivos.

Por otra parte, se trata del único espacio de salud, tanto público como privado, destinado a esta franja de población que fue particularmente afectada por las consecuencias del Covid-19. «A partir de la pandemia lo que aumentó son los trastornos de ansiedad, depresiones y los trastornos de conducta alimentaria. Son las consultas que han aumentado de manera exponencial y son muy graves y de difícil manejo. Requieren un equipo interdisciplinario para su tratamiento»

«Nuestro reclamo es ante la Dirección del Hospital y el Área Externa, como a la Dirección Provincial de Adolescencia, consideramos que el servicio tiene que ser valorado y buscar una solución para que el chico siga teniendo accesibilidad.» concluyó la especialista.