Sociedad
Síndrome post vacacional: Una realidad durante la pandemia

Los psicólogos lo llaman el síndrome post vacacional y vivo comodoro te cuenta de que se trata este padecimiento que es tan común en esta pandemia.
Se define como el estado que se produce en el trabajador al no poder adaptarse a un periodo de vacaciones u ocio con la vuelta a la vida activa, generando malestares que nos hacen responder a nuestra vida rutinaria con un menor rendimiento.
Suele ser muy frecuente en los casos de acoso escolares o laborales. Se presenta como un malestar genérico, con síntomas tanto psíquicos y físicos, como cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración … Síntomas psíquicos como irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo, afectando tanto a niños como adultos.
Es un proceso de adaptación necesario cuando se entra de nuevo en contacto con la vida activa. Cuando ese proceso de adaptación fracasa, entonces se generan una serie de molestias, pero que no pueden catalogarse como enfermedad. Por otro lado, hay autores que defienden la definición de este proceso como una enfermedad. Debe considerarse como tal si se tiene en cuenta que enfermedad es cualquier problema que afecta a nuestra esfera de bienestar. Este bienestar no incluye el aspecto solamente físico, sino que también abarca el emocional, social, etc.
· Las personas que padecen este síndrome sufren cambios que dan lugar a un malestar importante con una repercusión sobre su calidad de vida.
Características del síndrome post vacacional
Este síndrome puede cursar de diversas formas. Lo habitual es padecer a la vuelta de vacaciones un cuadro de debilidad generalizada y astenia. Puede haber problemas de insomnio que conviven con una somnolencia importante a lo largo del día. La capacidad de concentración se ve limitada así como la tolerancia al trabajo.
Esta falta de tolerancia al trabajo viene caracterizada como una sensación de desidia y hastío. En otras ocasiones, puede aparecer una sensación de angustia vital que puede llevar a un bloqueo en el cual la persona que lo presenta es incapaz de tomar cualquier decisión.
Puede haber un cambio de carácter con cierta agresividad, sin embargo, se establece habitualmente y de forma progresiva una sintomatología más propia de un cuadro depresivo. Por todo ello, se afectan diversos aspectos del estilo de vida. El trabajo, como se ha comentado, resulta difícil de realizar.
Para prevenir este síndrome los expertos aconsejan no alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar. Se recomienda volver de vacaciones un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea más paulatina, empezando a habituarnos nuevamente a los ritmos de sueño y comida.
Es conveniente desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con el trabajo para que no sea tan brusco el cambio y tomarse tiempo para arrancar y volver a coger el ritmo que se tenía antes de vacaciones.
Una actitud optimista y positiva ayudará también a superar este periodo de adaptación de una forma más rápida y llevadera.